Kevin Spacey volvió a la esfera pública con una polémica aparición en el marco del Festival de Cannes 2025, donde recibió un reconocimiento honorífico de la fundación Better World Fund. El actor, que no participó en la selección oficial del festival, ofreció un discurso entre lágrimas al aceptar el premio, asegurando:
“Fui cancelado. Cada uno de mis amigos, cada una de las personas que conocía me abandonó casi de inmediato”.
El evento tuvo lugar en el Hotel Carlton y fue percibido como un intento de resurgimiento profesional, especialmente tras su reciente absolución en tribunales de Estados Unidos y Reino Unido.
Acompañado por parte del equipo de su nuevo filme The Awakening, aún en busca de distribución, Spacey defendió su inocencia y criticó el impacto del movimiento Me Too en su carrera.
“He pasado ocho años de infierno. Muchos de ustedes han tenido que soportar una narrativa promovida por los medios, sin que se les permitiera hacerse una opinión por sí mismos”, dijo.
Durante el evento, se mostró visiblemente emocionado y agradecido por el “afecto y amor” recibido, aunque la mayoría de la industria se mantuvo al margen de su presencia.
Su aparición ha causado un amplio debate en Cannes, en un contexto donde el festival ha buscado mostrarse más firme frente a figuras acusadas de conducta sexual inapropiada. Aunque legalmente exonerado, el regreso de Spacey plantea interrogantes sobre la “cancelación”, la redención pública y los límites del perdón en la industria cinematográfica. La fundación organizadora, por su parte, defendió la entrega del premio como un acto humanitario, no político.
