Nicolas Winding Refn, el aclamado director danés detrás de películas como Drive y El demonio neón y de la trilogía Pusher que restauró en 4K y acaba de reestrenar en MUBI, habló en exclusiva para Omelete donde señaló una sorpresa: no es fan del mundo del crimen.
"No me atrae realmente. De hecho, encuentro el crimen bastante deprimente."
Aunque ha trabajado con personajes icónicos dentro de este mundo –como el frío y violento protagonista de Drive interpretado por Ryan Gosling–, Refn señala que para él el crimen es una realidad profundamente triste.
"Entiendo las circunstancias que llevan a la gente a vivir ese mundo, o la falta de elección. Pero eso no lo hace menos deprimente" explicó.
Su interés está más enfocado en los aspectos psicológicos y existenciales que en el acto criminal en sí.
El director también reflexionó sobre cómo el crimen ha dejado de ser una subcultura aislada para convertirse en parte de la cultura dominante. "Todo ha mutado", dijo. "La idea del crimen como algo lejano ya no existe. Es parte de nuestra realidad cotidiana".
El contraste entre lo que filma y lo que piensa deja claro que Refn no glorifica el crimen, sino que lo usa como herramienta para mostrar algo más profundo. Para él, el cine debe provocar y cuestionar, incluso si eso significa sumergirse en las zonas más oscuras del alma humana.
