Tras cerrar un capítulo clave de su carrera con la tercera entrega de Venom, Tom Hardy ha decidido reinventarse con Tierra de mafia, una serie de crimen ambientada en Londres que lo reconecta con un tipo de personaje más terrenal y oscuro. En este proyecto, Hardy busca algo más que entretenimiento: una forma de escapar del estancamiento creativo que a menudo sigue a un éxito masivo. (vía)
“Necesitaba ir a alguna parte. Para avanzar”, confesó el actor, señalando que no quería quedarse atrapado esperando que Sony Pictures volviera a llamarlo. Su participación en Tierra de mafia (Mobland) le permite, según él, “calentar algunos músculos más viejos”, y reencontrarse con el tipo de interpretación que lo definió en sus inicios: cruda, emocional y moralmente ambigua.
El proyecto, en parte dirigido por Guy Ritchie, también representa una evolución en la relación entre ambos. Aunque Hardy inicialmente no comprendía del todo el estilo del cineasta, hoy reconoce su visión. Ritchie, quien lo dirigió por primera vez en Rock’n’Rolla, vuelve a formar parte de este nuevo giro profesional que se aleja del CGI y el blockbuster, para apostar por la tensión narrativa y el carácter.
Hardy señaló que no buscaba cambiar bruscamente del cine de superhéroes a producciones independientes, un aspecto que algunos actores han hecho, pero también quería rechazar la zona de confort de seguir en producciones de gran presupuesto. En palabras de Hardy era "una forma de no caer en la desesperación de repetir el pasado, sino de seguir caminando hacia algo nuevo."
Tierra de mafia la puedes ver en Paramount+.
