La reciente aparición de Sabrina Carpenter en Saturday Night Live (SNL), donde actuó como anfitriona musical y estrella invitada, se ha convertido en centro de debate tras cuestionamientos sobre la sensibilidad cultural de su puesta en escena. La artista interpretó una versión de su tema Nobody’s Son con coreografía inspirada en artes marciales y un telón de fondo con temática de karate. Sin embargo, lo que parecía un guiño estético terminó generando críticas de figuras del medio.
El comentario más destacado llegó de Rina Sawayama, cantante y actriz británico-japonesa, quien recurrió a Instagram para señalar lo que consideró un desdén hacia las tradiciones japonesas. Sawayama aclaró que su crítica no iba dirigida a Carpenter como artista, sino a los equipos creativos que planifican las actuaciones:
"Si estamos referenciando claramente una cultura, por favor, háganlo con la investigación, el respeto y el cuidado que se merece. “Zapatos sobre tatami es cárcel".
La polémica abre un debate sobre la apropiación y el respeto cultural en la industria del entretenimiento. Algunos sugieren que la elección de usar zapatos podría haberse dado por motivos de seguridad escénica, mientras que otros señalan precedentes: artistas como Chris Martin, Halsey y Kacey Musgraves han actuado descalzos en SNL, siguiendo las normas tradicionales de los tatamis. Hasta ahora, el equipo de coreografía de Sabrina Carpenter no ha emitido comentarios oficiales sobre la polémica.
El incidente resalta la creciente atención que reciben los detalles culturales en las presentaciones internacionales y cómo incluso pequeños elementos —como el calzado en una estera— pueden convertirse en símbolos de respeto o de falta del mismo. La controversia también plantea una reflexión más amplia sobre la preparación y la asesoría cultural en la creación de espectáculos televisivos de alto perfil.
