Para aquellos que no han seguido la pelea cuasi legal entre Kendrick Lamar y Drake a lo largo de 2024, el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl podría ser simplemente una actuación no tan popular en medio de un juego tibio.
Pero hay mucho más: las amenazas de acciones legales por parte del cantante canadiense han generado dudas sobre el setlist de Lamar, que podría complicarse si interpreta Not Like Us, canción en la que llama a su rival pedófilo, en uno de los mayores eventos deportivos del mundo.
Conociendo esta tensión, Kendrick bromeó. Con Samuel L. Jackson como maestro de ceremonias, el rapero dio pequeños adelantos de la canción mientras bromeaba diciendo que no podía cantarla.
Por supuesto, éxitos como Squabble Up, Humble, DNA y All the Stars fueron suficientes para un excelente espectáculo. Las canciones dieron alma a escenarios ajustados y a coreografías simples pero impactantes.
La verdadera pelea, sin embargo, llegó al final. Jackson prácticamente le rogó a Kendrick que mantuviera una actuación amistosa, pero el Caesars Superdome rugió "A Minor" junto con el rapero, quien terminó una actuación simple pero brillante tal como todos queríamos.
