Zootopia 2 mejora la fórmula de la primera y ofrece una secuela carismática.

Más grande, más rápida y aún irónica, esta aventura demuestra que todavía es posible tener secuelas de calidad.

3 min de lectura

Thiago Romariz

Traduzido de Omelete BR

26.11.2025, a las 12H49.

Zootopia es una de esas películas animadas de Disney que ganan adeptos con el tiempo; no es casualidad que transcurran casi 10 años entre la primera y la segunda. A pesar de recaudar más de mil millones de dólares en taquilla, fue una franquicia eclipsada por otras series animadas como Frozen y Moana, así como por marcas distintas a Disney, como Marvel y Star Wars. Lo cierto es que la primera película no solo es buena, sino que también ha mejorado con el tiempo, y la secuela llega consciente de ello, ampliando los horizontes de la historia y mejorando lo que convirtió a su predecesora en un éxito.

Los primeros minutos de Zootopia 2 recuerdan al final de la película anterior, pero no pierde tiempo en dejar claro que, para los personajes, solo han pasado unos días desde que Judy (Ginnifer Goodwin) y Nick (Jason Bateman) se unieron a la policía local. Ahora, en una de sus primeras misiones, el dúo debe demostrar su valía a la organización y desentrañar un misterio que, una vez más, involucra a políticos locales, los orígenes de la ciudad e incluso nuevas especies animales. La estructura narrativa de investigación se repite, pero ahora con un nuevo alcance de exploración, ya que los suburbios y el centro de Zootopia no son suficientes.

Es evidente que los aspectos técnicos han evolucionado enormemente (la escena con el dúo mojado es impresionante), lo que permite la presencia de multitud de personajes en pantalla, así como una velocidad en las escenas de acción que intensifica mucho la aventura en comparación con la primera película. En este sentido, la secuela supera con creces a la anterior, ya que opta por reducir los diálogos de investigación en favor de persecuciones y una especie de vuelta al mundo por Zootopia. Lo bueno es que, a pesar de ser más larga, no pierde lo que la hizo tan exitosa después de una década: el carisma de los personajes, especialmente del dúo protagonista.

Nick y Judy mantienen su carisma de siempre, pero ahora cuentan con más personajes secundarios (divertidísimos) y situaciones que amplían su relación. Mientras su amistad se pone a prueba, el guion sigue el debate sobre las diferencias entre los animales (depredadores y presas, reptiles y mamíferos, etc.), pero nunca utiliza el tema como un sermón. El discurso carece de peso en los diálogos; nadie quiere dar una lección moral, pero esta siempre está presente, en las palabras y acciones del dúo.

El tema central es la búsqueda de la armonía entre personas diferentes, y Zootopia 2 lo logra de una manera honesta y muy divertida. Es el tipo de animación que recuerda a los clásicos de Disney, donde el guion tiene mensajes para niños, guiños para adultos y momentos memorables para todos. Está repleta de referencias al cine, la cultura pop e incluso la geopolítica, sin dejar de tratar sobre un conejo y un zorro que se entienden como personas diferentes en un mundo naturalmente cruel, pero innegablemente adorable.

Nota del Crítico

Magnífico