Paramount Skydance evalúa seriamente una oferta para adquirir Warner Bros. Discovery. La noticia, adelantada por fuentes cercanas al sector, no solo encendió alarmas en Hollywood, sino que también provocó un verdadero terremoto en Wall Street: las acciones de WBD registraron un repunte inmediato del 30% al 33% en operaciones vespertinas, reflejando la magnitud del posible acuerdo. Para muchos analistas, se trata de una jugada que podría redefinir la estructura del negocio audiovisual en la próxima década.
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La propuesta estaría respaldada por el músculo financiero de la familia Ellison, liderada por Larry Ellison, cofundador de Oracle y uno de los hombres más ricos del mundo. Su hijo, David Ellison, actual CEO de la recién formada Paramount Skydance, ya había demostrado su capacidad de maniobra el año pasado al adquirir Paramount Global en una operación valuada en 8.400 millones de dólares, de los cuales más de 6.000 millones provinieron directamente del capital familiar. Esta nueva ofensiva apunta más alto: quedarse con la totalidad de Warner Bros. Discovery, incluyendo su gigantesco portafolio de cine, televisión y streaming.
Aunque en un inicio se especulaba con una posible compra únicamente del estudio Warner Bros., ahora todo indica que la oferta abarcaría a WBD en su conjunto, lo que significa que marcas estratégicas como HBO, CNN y Discovery Channel entrarían en el paquete. Sin embargo, esta dimensión plantea un reto regulatorio: al tratarse de una fusión horizontal entre dos gigantes del entretenimiento, el Departamento de Justicia de EE. UU. podría examinarla a fondo por sus implicaciones en la competencia. Aunque la FCC no tendría injerencia directa (ya que WBD no posee licencias de transmisión), la operación difícilmente pasaría desapercibida para las autoridades.
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El contexto no puede ser más delicado: la unión de Paramount y WBD generaría un conglomerado capaz de competir frontalmente contra Disney y Netflix, dejando al mercado con menos jugadores fuertes y aumentando la concentración de poder en pocas manos. Además, el factor político podría entrar en juego, considerando que CNN, propiedad de WBD, ha sido blanco frecuente de ataques presidenciales. En paralelo, Paramount Skydance ya proyecta un agresivo plan de recortes de hasta 2.000 millones de dólares, con despidos que afectarían a más de 3.000 empleados antes de noviembre.
Con David Ellison al mando, Jeff Shell como presidente y Cindy Holland al frente del streaming, Paramount Skydance está moviendo sus fichas para consolidar un imperio mediático. Si la adquisición se concreta, sería la mayor fusión en Hollywood de la última década, uniendo bajo un mismo techo a dos estudios con legados históricos que alguna vez fueron rivales. Por ahora, ni Warner Bros. Discovery ni Paramount Skydance han emitido declaraciones, pero la sensación en el mercado es clara: Hollywood está a punto de enfrentar un reacomodo sin precedentes.
