La serie Chespirito: sin querer queriendo ha revivido no solo la vida del comediante Roberto Gómez Bolaños, sino también la de personajes fundamentales en su historia, como Enrique Segoviano, director y productor que fue pieza clave en la creación del universo de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. Pero más allá de los reflectores, la vida personal de Segoviano también es retratada con tintes dramáticos, especialmente por su antigua relación sentimental con Florinda Meza, que terminó en un inesperado triángulo amoroso.
Segoviano, nacido en 1944 en República Dominicana, pero mexicano por adopción, fue uno de los pilares técnicos del éxito de Chespirito. Desde la dirección de cámaras y sonido hasta los efectos especiales, su firma está en la esencia visual de las producciones más queridas de la televisión mexicana. También fue el director de El Chanfle, además de estar detrás de programas emblemáticos como Odisea Burbujas, 100 mexicanos dijeron y Atínale al Precio.
En la bioserie producida por Max, Segoviano es retratado bajo el nombre ficticio de Mariano Cassasola, y se muestra como una figura clave en la vida de “Margarita Ruiz” (alter ego de Florinda Meza). Una escena insinúa que existía un compromiso entre ambos antes de que ella comenzara una relación con Gómez Bolaños, lo que detonó una narrativa emocional inesperada para muchos fans.
Este guiño a la realidad tiene base. Florinda Meza ha declarado en entrevistas que sí mantuvo una relación con Segoviano y que incluso estuvieron a punto de casarse. De hecho, explicó que fue el creciente vínculo entre ambos lo que llevó a Roberto Gómez Bolaños a intensificar su interés romántico por ella. Según Meza, Chespirito la conquistó con frases poéticas y dibujos, cuando aún era un hombre casado.
La relación entre Segoviano y Meza fue, según palabras de ella misma, “una etapa seria y muy valiosa”, pero quedó eclipsada por la conexión artística y personal que finalmente surgió entre ella y Chespirito. Esta complejidad emocional es una de las líneas más fuertes dentro de la narrativa de la serie, que ha sorprendido al público al exponer estos conflictos íntimos con respeto, pero sin suavizar el drama real.
Chespirito: Sin querer queriendo lleva dos episodios en Max y cada jueves estrena un episodio.