La nueva docuserie de Netflix Número desconocido ha dejado a la audiencia con una sola pregunta: ¿qué pasó con Lauryn y Owen? La pareja, que comenzó su relación en la secundaria, se convirtió en víctima de uno de los casos de ciberacoso más perturbadores en Estados Unidos. Lo que empezó en octubre de 2020 como un misterioso mensaje de texto anunciando una supuesta ruptura, pronto se transformó en una campaña de hostigamiento masivo que marcaría sus vidas para siempre.
Spoilers de Número desconocido a continuación
Los primeros mensajes parecían una broma cruel de compañeros de escuela. Textos como “Él ya no te quiere y no te ha querido por un tiempo” o “Es obvio que me quiere” buscaban sembrar dudas entre los adolescentes. Aunque intentaron ignorarlos, la calma fue breve. Para septiembre de 2021, la situación había escalado a niveles alarmantes: Lauryn y Owen recibían hasta 50 mensajes diarios desde números distintos, con amenazas, insultos, lenguaje de odio y hasta contenido sexual. Informes del Sheriff del Condado de Isabella confirmaron que varios mensajes repetían exhortaciones como “mátate”.
La presión fue insoportable para ambos. Su relación terminó en medio del acoso, y la campaña de mensajes continuó sin tregua hasta febrero de 2023. La investigación, apoyada por el FBI, reveló un giro espeluznante: la responsable era Kendra Licari, la propia madre de Lauryn. Aunque negó haber enviado los primeros mensajes de 2020, admitió que luego “se alimentó de eso” y no pudo detenerse. Alegó que sus propios traumas y el miedo a que su hija creciera la llevaron a actuar de esa forma. En diciembre de 2022 fue arrestada y condenada a un mínimo de 19 meses de cárcel tras declararse culpable de acoso a un menor.
Hoy, Lauryn Licari tiene 18 años y ya no mantiene contacto con Owen McKenny. La serie muestra cómo, a pesar del dolor, Lauryn busca sanar y reconstruir su relación con su madre:
“Estar sin esa relación me está doliendo mucho. Reconstruir nuestra relación nos ayudará mucho a ambas. La amo más que a nada”, confesó Lauryn.
Owen, en cambio, no aparece más en la historia: su paradero y situación actual permanecen en el anonimato, dejando un vacío en la narrativa que aumenta el misterio en torno a su vida después del caso.