Por qué la adquisición de Warner Bros. por parte de Netflix conlleva riesgos existenciales.

El mundo del entretenimiento se despertó con noticias preocupantes este viernes por la mañana (5). Netflix compró Warner Bros. Discovery, propietaria de DC Studios , HBO Max , Cartoon Network , Juego de Tronos y Harry Potter . Con Paramount Skydance y Comcast (la empresa matriz de Universal Pictures) fuera del mercado, el servicio de streaming está en una posición privilegiada para adquirir uno de los estudios más históricos e importantes de Hollywood. Sería un desastre.

Pero nos estamos adelantando. ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Por qué Netflix, tradicionalmente más centrada en su desarrollo interno que en adquisiciones o fusiones, se interesó en Warner? ¿Y cuáles serían las consecuencias de esta compra en el cine y el streaming?

¿Por qué Netflix quiere comprar Warner?

En las próximas tres semanas, Stranger Things terminará. Cuando eso ocurra, seis meses después del ya olvidado final de El juego del calamar, Netflix habrá cerrado sus dos producciones más valiosas en menos tiempo que un embarazo. Claro que ambas generarán spin-offs hasta agotar las reservas de estas franquicias, pero el futuro inmediato de Netflix presenta un problema recurrente para la compañía: carecen de marcas valiosas.

"Un momento", habrás pensado. ¿Y qué hay de Merlina? ¿Y de K-Pop Demon Hunters? Claro que ambas propiedades tienen un valor enorme, pero la primera es una producción de Amazon MGM Television, propietaria de la marca Addams Family, y la segunda fue creada por Sony Pictures Animation. Y aunque Netflix se lleva la tajada más grande, el estudio de animación también recibe algunas migajas, y las corporaciones detestan compartirlas.

Aun así, es muy poco. Podemos ser amables y añadir Bridgerton y Freaks, pero comparándolo con Warner Bros.: El Universo DC —que incluye Batman , Superman , La Liga de la Justicia y mucho más—, Harry Potter , Juego de Tronos , It , Mortal Kombat (incluidos los juegos), las películas de El Señor de los Anillos , Looney Tunes y toda la historia de Cartoon Network.

En otras palabras, Warner cuenta con un catálogo de historias, personajes y mundos que interesan a la gente. Además, cuenta con HBO, la marca más importante y reconocida de la televisión.

Siempre hay más razones detrás de esto. Razones que involucran negocios, acciones y estrategias corporativas. Pero todo se reduce a esto: Netflix quiere dominar el mercado del entretenimiento de una manera sin precedentes; sus competidores directos incluyen Fortnite , TikTok y YouTube. Quiere más armas para la guerra. David Zaslav está dispuesto a venderlas.

Por qué la compra sería un "desastre" para la industria cinematográfica.

Los informes iniciales sugieren que Netflix mantendría temporalmente las películas de Warner Bros. en los cines. Algunos dicen que dos semanas. Yo apostaría por un periodo más largo, pero solo al principio. Un gesto para apaciguar a los profesionales, a los políticos tentados a bloquear la adquisición y a los fans indignados. 45 días. Luego, se reduciría a 30. Luego, a 15. Finalmente, esos 15 días se reservarían solo para las producciones más importantes, o para películas que necesitan pasar un tiempo en los cines para ser elegibles a los Oscars que Netflix nunca ha ganado. Durante esa quincena, por supuesto, nadie vería las películas, esperando su estreno en la aplicación. Entonces, Netflix tendría el argumento completamente inventado de que la gente no quiere salir de casa.

«Desastre» fue la palabra que James Cameron, director de Avatar y Titanic, usó para describir lo que sucedería si Netflix comprara Warner. Si algo nos ha enseñado la historia del entretenimiento, es que no es prudente dudar de James Cameron. Y la mayor víctima de este escenario sería, por supuesto, el cine.

A Netflix no le interesa el cine como arte, como experiencia, como comunidad ni como industria. Su director ejecutivo califica de "ineficiente " la idea de estrenar películas allí, aferrándose obstinadamente a ella incluso cuando el público que ve las películas de Netflix insiste claramente en lo contrario , y cuando los talentos más valiosos de la compañía se marchan a otros campos porque quieren llevar sus proyectos a la gran pantalla , no perderlos en un océano de algoritmos.

Ted Sarandos no cree en el cine. Lo ha dicho repetidamente, y seguirá siendo cierto incluso cuando tenga en sus manos algunas de las películas más taquilleras del cine, si la compra se concreta. En 2025, Warner tuvo uno de los mejores años de su historia reciente. En términos de calidad, el estudio estrenó la película que definió el siglo hasta la fecha, Una batalla tras otra. En cuanto a taquilla, demostró una vez más que las adaptaciones de videojuegos son una estrategia esencial con A Minecraft Movie. Y en ambos casos, permitió a Ryan Coogler y Zach Cregger crear fenómenos financieros y artísticos con Sinners y Evil Hour.

En Netflix, todo esto recibiría la misma atención que la siguiente temporada de "Love Is Blind". Producciones de gran presupuesto como Superman y Batman se verían bruscamente junto a una montaña de documentales sensacionalistas y cuestionables sobre crímenes reales. No habría más éxitos de taquilla de DC. El legado de "Ciudadano Kane" y "Casablanca" desaparecería, sepultado bajo otra terrible producción de Ryan Murphy.

El fin de HBO

Luego está el streaming. Los titulares sobre cine serán más preocupantes, y con razón. Al fin y al cabo, el streaming es streaming. La televisión es televisión. Aun así, ver a HBO unirse a Netflix es el tipo de imagen reservada para pesadillas y apocalipsis.

Las "series de prestigio" ya no son tan populares como antes. Pero cuando sí, cuando algo cautiva a los televidentes más apasionados, suele ser en HBO. Por cada Pluribus o (para dar crédito a Netflix) Adolescence, están Task, Industry, Succession, Euphoria y Penguin. Por no hablar de los clásicos: True Detective, Los Soprano, The Wire, Juego de Tronos , etc.

Casey Bloys, director ejecutivo de HBO, valora la calidad. Algo que pueda cautivar la imaginación, intrigar y mantenernos enganchados durante una semana, esperando con ansias el desenlace del siguiente capítulo. Netflix, en cambio, prioriza una experiencia que se pueda "consumir" de una sola vez. Un ruido de fondo que se deja activado mientras el usuario revisa el feed de su teléfono, recordándole ocasionalmente que mire a la pantalla, donde un personaje seguramente responderá con un diálogo explicativo que le recordará todo lo sucedido en los últimos cinco minutos, mientras la audiencia se distrae con un video generado por IA.

Esto no significa que no haya series geniales en Netflix, pero con la excepción de Adolescence, estos proyectos suelen quedar completamente olvidados en el catálogo. Lo que HBO hace es dejar que sus producciones respiren, dándoles un merecido espacio a grandes obras, creadores y artistas. La etiqueta "HBO" genera confianza en la gente y permite que una serie atraiga toda la atención, en lugar de saturar la página principal de streaming.

Imaginar todo esto en Netflix resume a la perfección el problema de esta adquisición. La industria del entretenimiento se reduciría, la industria cinematográfica sufriría uno de los mayores golpes de su historia, y todo esto ocurriría para añadir más elementos al muro de "contenido" de una aplicación.