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Crítica

Stranger Things 5 ​​| El Vol. 1 compensa la larga pausa con momentos épicos

La serie regresa, preparando el escenario para la batalla final contra Vecna

26.11.2025, a las 22H01.

Stranger Things regresa tras más de tres años de pausa entre el estreno de la cuarta y la quinta (y última) temporada. Los fans esperaban con ansias este regreso no solo por su aprecio por la serie, que se convirtió en el título más importante de la historia de Netflix, sino también para presenciar finalmente el enfrentamiento final entre Eleven (Millie Bobby Brown) y los jóvenes de Hawkins contra Vecna ​​(Jamie Campbell Bower) y las criaturas del Mundo del Revés.

El Volumen 1 llega casi como una preparación para la batalla final, pero también demuestra que Netflix y los hermanos Duffer, creadores de Stranger Things, siempre fueron conscientes de la necesidad de cerrar la historia con una despedida épica. Los cuatro episodios se dividen entre colocar las piezas en su lugar en el tablero para el enfrentamiento final y avanzar en las historias paralelas de cada uno de sus protagonistas, sin olvidar nunca que Stranger Things también trata, nos guste o no, de espectáculos narrativos y visuales. Y el resultado de esta fórmula es el mejor posible.

Gracias a su rol protagónico en la historia desde el principio, los hermanos Duffer han creado con maestría esta primera parte de la temporada final. Si bien la narrativa aún necesita conectar los puntos, los creadores han permitido que las aventuras de sus personajes se extiendan más allá de la batalla contra Vecna. Incluso con Hawkins asediado por el ejército estadounidense y los protagonistas concentrados en prepararse para enfrentarse al villano, todos aún lidian con problemas personales, ya sea relacionados o no con la batalla entre el bien y el mal.

La decisión de no abandonar el crecimiento personal de los personajes principales favorece a algunos más que a otros. Esto es especialmente cierto para Will (Noah Schnapp) y Dustin (Gaten Matarazzo), cuyo dolor se extiende más allá de la amenaza del Upside Down. El primero resurge como el verdadero protagonista del Volumen 1, ya que su pasado como el primer objetivo de Vecna ​​hace que el vínculo entre ambos sea mucho más fuerte y más importante para el futuro de la serie, y Schnapp tiene suficiente tiempo en pantalla para brillar en su actuación. En el caso de Dustin, el nerd aún está de luto por la muerte de Eddie (Joseph Quinn), y su lucha por mantener viva la memoria de su amigo le trae muchas consecuencias.

A pesar de que todo funciona bien al principio, todavía hay tramas que requieren cierta paciencia por parte del espectador. Todo lo relacionado con la trama militar resulta cliché o poco interesante, especialmente la obsesión de los científicos con Eleven. La llegada de la misteriosa Dra. Kay (Linda Hamilton) ni siquiera aporta frescura, ya que los objetivos del personaje son los mismos que los de sus predecesores, y ni siquiera la falta de conexión emocional con Eleven, citada por los propios Duffer como un "factor diferenciador" en comparación con el fallecido Brenner (Matthew Modine), logra salvar la trama de su monotonía.

Estos pequeños tropiezos no bastan para disminuir el impacto de los eventos finales del Vol. 1. Si Stranger Things se ha consolidado como la mejor serie de Netflix, es porque siempre sabe combinar una buena historia con momentos épicos, y estos no faltan en este principio del final. Ni siquiera la sensación de que el guion se basaba en teorías de Reddit empaña el hecho de que ver ciertas predicciones de los fans hacerse realidad sigue siendo, sin duda, muy emocionante.

Preparado para ser el inicio de una conclusión épica, el Vol. 1 eleva el listón de la producción y sienta las bases para un final de serie extraordinario. Entre la revelación de secretos y la creación de nuevos misterios, Stranger Things sin duda regresa a la escena general, honrando su legado como el título más popular en streaming.

Nota del Crítico
Magnífico