La película Mi año en Oxford presentó una conclusión diferente a la del libro que dio origen a la obra, escrito por Julia Whelan. A continuación, descubre por qué, ¡pero cuidado con los spoilers!
El libro de Whelan termina con Jamie ganando tiempo tras una neumonía y una prueba médica que le permite cumplir su promesa de viajar por Europa con Anna (Ella en el libro). En contraste, la película termina con Anna a su lado mientras él se desvanece, imaginándolo en sus aventuras europeas, solo para que él desaparezca de esas imágenes, revelando que está sola.
El final más poético y trágico de la película fue justificado por Corey Mylchreest, quien interpreta a Jamie.
"El tipo está muerto. Es mejor así", declaró el actor a EW. "Es más impactante. Esa es la dirección que toma el libro, y sería hipócrita que Jamie dijera todas estas cosas y que Anna comprendiera esta filosofía de vida [y no se detuviera ahí]", continuó.
"Lo asombroso es que Jamie cree en todas estas cosas —la eternidad está hecha de ahoras— y no le quedan tantos ahoras", añade Mylchreest. "Así que lo realmente asombroso es que esté haciendo todo esto y creyendo en todas estas cosas con tan poco tiempo restante. Si eso no fuera cierto, parecería que estamos subestimando sus creencias".
Sofia Carson, quien interpreta a Anna, también comentó sobre el cambio: "Si bien es evidente que Anna está sola al final, lo dejamos un poco ambiguo porque queríamos que la película terminara con esperanza y luz. Por eso queríamos mostrarlos experimentando todas estas cosas juntos. Y luego, cuando él desaparece y uno asume que lo ha perdido, ese elemento de esperanza y la idea de la vida después del amor y la vida después de la pérdida es algo realmente poderoso", concluyó la actriz.