Avatar: Fuego y cenizas es la mejor película de la saga y no necesita nada nuevo

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Avatar: Fuego y cenizas es la mejor película de la saga y no necesita nada nuevo

James Cameron estrena la tercera entrega de la franquicia que funciona como un buen mix de las dos primeras

Omelete
5 min de lectura
16.12.2025, a las 11H00.

Con Avatar en la mesa, la discusión nunca es fácil. Desde el minuto 0 que se proyectó en los cines allá por el 2009, la franquicia tardó en conquistar al público. Están quienes aman a la franquicia y a quienes les parece totalmente intrascendente. Sin embargo, los números no dicen lo mismo. La primera cortó tickets por casi 3 mil millones de dólares y la segunda por 2.3 mil millones. El margen de ganancia de achicó, pero siguió siendo excepcional en la industria actual. Con la tercera entrega se espera otro número importante si desean continuar hacia la cuarta película, pero James Cameron avisó: en este momento estoy desempleado. 

Esta tercera parte es mejor en cuanto al guion, puesta en escena y expansión de la mitología. Cade vez más grande y se ve mejor. Cierra todos sus conflictos, los personajes, en su mayoría, logran llegar a una conclusión en sus diferentes subtramas y hacer un cierre de sus historias, pero en términos de venta no tiene nada nuevo que explotar, salvo al mismísimo Cameron que le dejó la responsabilidad al público y les advirtió que si no es un éxito aquí termina su camino. 

La primera Avatar (2009) era innovación. Fue la película que aprovechó todas las ventajas de la tecnología 3D, algo que no fue aceptado desde el inicio y hasta molesto en sus comienzos. Cameron hizo foco en lo inmersivo de su experiencia, trabajó al detalle y llevó la experiencia más allá. Además, era la nueva historia de ciencia ficción del director de Terminator. La segunda era el regreso de Avatar luego de casi 13 años. Se aplicó toda la evolución del cine en una sola película y mejorando la mayoría de los aspectos  con nuevas cámaras y estilos de filmación, dentro y fuera del agua, y llevó la experiencia hasta la calidad máxima: ojos, plantas, ecosistema en general. Pandora estaba viva. Los planos generales de la guerra era sublimes y los cortos como del cabello, los rasgos faciales, los animales, cada detalle era increíble. Y la venta fue contundente: "vuelve la película más taquillera de la historia" o cosas por el estilo.

En el cine de hoy, donde las estrategias de marketing tienen que ser más creativas y desafiantes (caso Marty Supreme y Wicked: Por siempre), Avatar: Fuego y cenizas no tiene nada extraordinario para contar en su campaña, salvo que es una excelente película y la mejor de las tres. Eso debería ser suficiente, pero esta historia lleva casi 17 años en pantalla y el agotamiento empieza a jugar con fuerza. 

En la nueva película, la tribu protagonista se enfrenta a los problemas que dejó El camino del agua: la invasión humana avanza en Pandora y la población local tiene que encontrar una respuesta: atacar o defenderse. Unar criterios entre todos los locales es difícil. En este contexto, aparece una nueva tribu que es el Pueblo de la Ceniza, descrita como un grupo volcánico y agresivo en contraste con los pacíficos Metkayina, un clan marino presentado en la anterior película. Oona Chaplin, nieta de Charles Chaplin y actriz de Game Of Thrones, interpretará a Varang, la nueva y combativa líder. Tranquilamente podría ser un personaje de Mad Max.

El otro eje de conflicto es Spider (Jack Champion), el humano que se sumó a la familia de Jake Sully (Sam Worthtinton) y Neytiri (zoe Saldaña), es el hijo de Quaritch (Stephen Lang), ahora en forma de na'vi. Saben que no pueden conservarlo en su familia, por varios motivos, y la pelea por él se hace más intensa al contener ciertas respuestas que mejoraría el desempeño de los humanos en Pandora.

Otro aspecto importante de Avatar: Fuego y Cenizas es que también cambiará de narrador, dejando de lado a Jake para dar paso a Lo'ak (Britain Dalton), el hijo que queda como heredero del clan y que jugará un rol importante pensando en el futuro. 

Con todo esto expuesto, el riesgo, el agotamiento y más, puedo decir que Avatar 3: Fuego y cenizas es la mejor película de las tres y tiene con qué lograr la fortuna que necesita. Mezcla lo mejor de la primera y segunda entrega: el factor humano, la familia, la paternidad, el descubrimiento de pandora y sus bondades (ahora desde la perspectiva de los niños), pero también abre al conflicto entre clanes y todo eso en el medio de la guerra contra los humanos y sus máquinas.

En términos de recursos y elementos, es más grande, pero sabe como administrar tantas historias y personajes. Son más de tres horas que no se sienten, la historia fluye porque los elementos y conflictos están bien administrados y la mayoría son interesantes. El mundo sigue en expansión, pero el espectador ya conoce a sus tribus, a sus recursos. Los mitos, los animales y todos comienzan a cobrar valor y todo eso se mide a la hora de llegar al conflicto final. Vivir en Pandora durante tres horas ya no es un esfuerzo, se hace natural. Cameron sabe de construir, sumar para llegar a lo más épico. 

Visualmente poco se le puede criticar. La película es preciosa en todos los sentidos. Los entornos son construidos con una belleza y detalle que parecen una pintura cuadro a cuadro, pero cuando las cosas se tienen que descontrolar, la acción te invade y absorbe como en la primera entrega. Los planos generales de batalla son inolvidables (toda la secuencia del rescate de Jake vale la pena verla dos veces) y nada de eso le saca emotividad: las primeras persecuciones, los diferentes rituales y mejor aún la mitología de Pandora que no deja de crecer.

El único problema de importancia es el agotamiento. Las tres películas son diferentes, claro, pero comparten cierta estructura. No hay nada nuevo en el horizonte en la tercera entrega, pero tampoco es algo que perturbe el disfrute de esta tercera parte. El espectador compró Pandora por la experiencia completa, no porque tenga algo estrictamente innovador.  Y Cameron construye historias como pocos, narra persecuciones, muestra la flora y fauna, diálogos conmovedores y todo suma a la historia. Aunque se sintió repetitivo, una nueva Avatar no deja de ser un episodio para disfrutar en cines de manera casi obligada. 

¿La taquilla? Ya ni a Cameron parece importarle. Confesó estar enfocado en la próxima Terminator. Sin embargo, tiene en su filmografía una de las trilogías (hasta ahora) más importantes de la historia del cine y el último episodio vale la experiencia en una pantalla inmensa y en 3D. Pandora es más grande, linda y una experiencia inmersiva como pocas películas en la actualidad. 

Nota del Crítico
Magnífico
Avatar: Fuego y cenizas
Avatar: Fire & Ash
Avatar: Fire & Ash

Año: 2025

País / Nación: Estados Unidos

Duración: 3:15 min

Dirección: James Cameron

Argumento: Shane Salerno, Josh Friedman, James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver

Elenco: Kate Winslet, Oona Chaplin, Stephen Lang, Sigourney Weaver, Zoe Saldana, Sam Worthington

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