Cuando la primera Destino final se estrenó en el ya lejano año 2000, la nueva ola de slashers adolescentes ya llevaba un tiempo en marcha. Scream acababa de lanzar su tercer película, Sé lo que hicieron el verano pasado también ya había ganado secuela, Halloween había regresado, Leyendas Urbanas surfeó en la ola y así sucesivamente. Destino final, sin embargo, traía un asesino diferente. En lugar del encapuchado/mascarado, la propia Muerte venía tras los jóvenes para poner fin a sus días felices (o no) de fin de secundaria. Cinco películas después, la fórmula que seguía al protagonista prediciendo un gran desastre y el “destino” cobrando a cada uno de los sobrevivientes, tuvo altos - la escena de la carretera sigue siendo icónica - y muchos bajos a lo largo de más de una década de lanzamientos.
Después de un hiato de 14 años, Destino final está de vuelta para su sexta película y el propio título, Lazos de sangre, ya trae el gran acierto de la nueva historia. Al actualizar su fórmula, sin perder la esencia, la nueva película coloca a una familia y toda la estirpe dentro de los planes de la Muerte. La historia sigue a Stefani (Kaitlyn Santa Juana), una joven que sufre con pesadillas recurrentes, siempre con la misma historia: un desastre en una torre que, en la cima, alberga un restaurante recién inaugurado. La gran cuestión es, su visión se sitúa en los años 1960 con personas que nunca vio, excepto por Iris (Brec Bassinger) una joven que acaba de comprometerse y que Stefani descubrirá ser la gran clave para los sueños y las desgracias que ocurrirán en la historia.
Al cambiar los grupos de adolescentes que apenas se conocían o que tenían lazos “débiles”, por un grupo de parientes, Destino final da un paso gigante para refrescar la fórmula gastada. Padres, tíos, primos y hermanos no están a salvo y la protagonista necesita esforzarse para que ellos crean en el “presagio” y en todo el esquema que la muerte tiene para ellos. Parece la misma historia de siempre - y de cierta forma lo es - pero la inclusión de la familia trae más urgencia y un peso sobre cada pérdida, que acabó perdiéndose a lo largo de la franquicia.
Y por supuesto, eso no quita el enfoque del gran atractivo de Premonición: las muertes espectaculares. El desastre del inicio está entre los mejores, jugando con todos los elementos de un restaurante y la adición de la altura de la torre como potenciales para la masacre. De hecho, esa sensación de que todo a nuestro alrededor puede ser mortal es un gran acierto de la dirección y del guion de la nueva película. En un momento dado, Stefani está caminando por la calle y casi como en un “sentido arácnido”, percibe todo lo que puede representar un riesgo para sus parientes. Los directores Zach Lipovsky y Adam Stein manejan bien la expectativa transformando situaciones simples, como una barbacoa en familia, en una verdadera trampa mortal. La escena de la resonancia magnética tiene todo para convertirse en una de las favoritas de los fans.
Si la película resbala al usar un CGI dudoso en momentos importantes, como en la apertura y en el final, acierta mucho en el tono cómico y burlón a lo largo de toda la historia. Nuevamente, la idea de ser una gran reunión familiar ayuda aún más en este aspecto. Imagínate a una prima que no aparece hace tiempo en tu casa, de la nada, llega un día diciendo que una maldición afectará a todos, matando uno por uno en ese ambiente feliz. Ese objetivo abraza hasta al personaje que nunca se ve: la Muerte, que parece aún más sádica, enfrentando a la familia sin temor a ser notada y con aún más ira cuando sus planes son interrumpidos.
Destino final: Lazos de sangre trae también un gran homenaje al actor Tony Todd y su destacada participación en las películas de la serie. La idea de que el actor esté frágil en pantalla, pero aún así firme en su posición sobre la muerte y el destino, es prácticamente una despedida filmada y eternizada tanto para él, como para Bludworth. No es casualidad que el personaje gane más importancia aquí que en las películas anteriores. Los directores encontraron una manera de “esquivar” el fin de la vida del actor - fallecido en 2024 - con esa eternidad en la línea temporal de todas las Destino final. Todd siempre fue parte de esta familia y si Lazos de sangre trata sobre protegerla, nada más justo que Bludworth sea de alguna forma integrado al tema.
Es un toque brillante de una película que no se priva de ser ágil, divertida y consciente del producto que es y nunca se acomoda en la fama del nombre que lleva.
Año: 2025
País / Nación: Estados Unidos
Classificação: 16 Años
Dirección: Adam B. Stein