YouTube busca derechos de transmisión de ceremonia del Oscar

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YouTube busca derechos de transmisión de ceremonia del Oscar

NBC Comcast y Google en la puja.

Omelete
2 min de lectura
Lopez Aguirre
06.12.2025, a las 14H26.
Actualizado en 06.12.2025, a las 14H41

La lucha por los derechos de transmisión de los Premios Oscar ha tomado un giro inesperado: YouTube se ha convertido en uno de los favoritos de la Academia para un acuerdo de 5 a 10 años. Esto ocurre justo cuando ABC, su socio histórico, ha decidido no competir de manera agresiva, y plataformas como Netflix ya han abandonado la carrera. En contraste, YouTube parece dispuesto a aceptar los términos de largo plazo que busca la Academia, una señal clara de que el gigante digital se toma este desafío con la seriedad estratégica de un jugador que quiere redefinir el panorama.

Lo que hace que YouTube sea una opción tan poderosa no es solo su billetera, sino su anatomía como plataforma. Es la aplicación de televisión más conectada del mundo y su alcance supera de forma abrumadora al de cualquier cadena tradicional. Además, existe una ironía que no pasa desapercibida para Hollywood: los clips de discursos y momentos virales de ceremonias pasadas obtienen más visualizaciones en la plataforma que las transmisiones en vivo que paga ABC por cientos de millones cada año. La audiencia televisiva ha caído más del 60% desde los 90; YouTube no solo conoce al nuevo espectador, lo domina.

Sin embargo, la Academia no olvida que un acuerdo exclusivamente en streaming vendría con un “impuesto digital”: una tarifa premium que, en este caso, YouTube tendría que pagar para compensar la pérdida simbólica y financiera de sacar la gala de la televisión tradicional. A eso se suman los temores de imagen dentro de la industria: para muchos cineastas, la idea de ver el máximo ritual cinematográfico conviviendo con videos infantiles, retos virales o contenidos de creadores independientes resulta un choque cultural. Y los estudios mantienen la pregunta incómoda: ¿cómo garantizar que el evento más prestigioso del cine no aparezca junto a la reproducción automática equivocada?

El componente financiero también pesa. Aunque ABC ha pagado cerca de 120 millones de dólares por año, la Academia sabe que está ante un delicado equilibrio: buscar un gran acuerdo sin espantar a los postores que no quieren pagar de más. YouTube, por su parte, parece dispuesto a avanzar con cautela, pero sin retirarse. Su participación envía un mensaje claro: si la audiencia está dispersa, fragmentada y móvil, entonces el anfitrión del evento debe ser una plataforma que vive justamente de eso.

En el fondo, este momento representa un choque entre el pasado elegante y el futuro inevitable. Cambiar los Oscar de una cadena tradicional a YouTube sería como mover una gala de etiqueta de un salón de mármol a un estadio digital gigantesco. Sería accesible, masivo y vibrante, pero también arriesgado. 

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