The Last of Us acorta su viaje de venganza y busca una nueva esencia en la temporada 2

Créditos da imagem: HBO/Divulgación

Séries y Televisión

Crítica

The Last of Us acorta su viaje de venganza y busca una nueva esencia en la temporada 2

La serie de HBO se aleja de los juegos para ofrecer una visión más clara de los antagonismos

Omelete
4 min de lectura
25.05.2025, a las 22H55.

Es obvio que la serie The Last of Us no tiene miedo de alterar el canon de los juegos de Neil Druckmann. En la primera temporada, la prioridad del desarrollador y showrunner Craig Mazin siempre fue contar una historia que encajara en el formato episódico de una serie de televisión sin miedo a renunciar a algunos de los elementos que hicieron del juego original un éxito mundial. Con esto, dio paso al drama: los personajes secundarios ganaron más protagonismo, los arcos paralelos recibieron inyecciones de contexto y subtexto, y el resultado fue una adaptación aclamada que logró sobrevivir por sí sola, anclada por una actuación sublime del dúo protagonista Pedro Pascal y Bella Ramsey. En la segunda temporada, el dúo redobló la apuesta, pero tuvo que encontrar una nueva esencia alejándose demasiado de la original.

No fue casualidad que las expectativas en torno a la segunda temporada fueran altísimas. The Last of Us: Part 2 marcó un hito en la historia de los videojuegos y una legión de fans apostaba sobre cómo se adaptarían ciertos eventos icónicos, dónde terminaría el nuevo año y cómo se trabajarían las diferentes perspectivas de Ellie y Abby, el elemento principal del juego. Esto último fue revelado en la escena de apertura, y el público descubrió de inmediato las motivaciones de Abby para ir a cazar a Joel, y fue precisamente esta decisión la que dictó el curso del nuevo año.

Se puede decir que esta elección dejó a Mazin y Druckmann “rehenes” de la búsqueda de una nueva esencia en la historia de The Last of Us. Si el juego tenía como principal activo la dualidad entre Ellie y Abby y las consecuencias de sus actos –el coste de la supervivencia, la inmoralidad en un mundo destruido, la búsqueda de justificar lo injustificable–, la serie necesitaba encontrar nuevas formas de estudiar la conexión entre ambos. Sin posibilidad de un giro argumental respecto a los motivos de Abby, parece que la opción encontrada por el dúo fue estructurar un antagonismo claro: Ellie se convirtió en la heroína agraviada, mientras que Abby se convirtió en la personificación de la villana clásica.

Como resultado de estos cambios, el viaje de venganza de Ellie se ha atenuado por completo. La acción que disminuyó en el primer año se volvió casi inexistente en la segunda temporada, con la excepción de solo unas pocas (buenas) secuencias que involucraban ataques de hordas de infectados. La brutalidad de las acciones del protagonista, que abarca gran parte de la jugabilidad del juego, fue excluida por completo para que Ellie pudiera ser humanizada. Incluso cuando se vio obligada a cometer actos atroces, nunca dejó de cuestionar sus acciones, aunque la rabia por la muerte de Joel todavía la consumía.

Hay quienes rechazan este cambio de esencia, y en realidad no todos estos cambios tuvieron efectos positivos: Jesse (Young Mazino) y Tommy (Gabriel Luna), personajes centrales de los juegos, quedaron marginados hasta el final. Pero no se puede negar que, incluso sin la dualidad entre sus protagonistas, la serie The Last of Us sigue siendo sublime al hacernos sentir todas las emociones que nos dio el juego. Parte de esto se debe, una vez más, al trabajo de su elenco. Bella Ramsey se mueve entre la ira y el dolor con una suavidad hipnótica, mientras que Isabela Merced le da a Dina la sustancia que necesita para ser prácticamente una protagonista, y nunca un personaje secundario.

A medida que esta temporada llega a su fin, parece obvio que Mazin y Druckmann han dejado de lado la crueldad de este mundo postapocalíptico en favor de la inocencia de una joven perdida en el dolor, cuya única brújula es su odio por lo que le fue arrebatado, pero sin olvidar lo que la hace humana. Puede que Ellie de Bella Ramsey no sea la femme fatale que llegamos a amar (y odiar) en los juegos, pero aun así nos enseña que incluso en los peores momentos, actuar movido por la ira solo nos acerca a la oscuridad.

Nota del Crítico
Magnífico
The Last of Us
The Last of Us

Criado por: Neil Druckmann e Craig Mazin

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