Monstruo: La historia de Ed Gein | ¿Quién fue el asesino en la vida real?

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Monstruo: La historia de Ed Gein | ¿Quién fue el asesino en la vida real?

La serie está disponible en Netflix.

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3 min de lectura
Lopez Aguirre
03.10.2025, a las 16H36.
Actualizado en 03.10.2025, a las 16H52

La historia de Edward Gein, conocido mundialmente como el “Carnicero de Plainfield”, sigue estremeciendo a más de seis décadas de la revelación de sus crímenes. Este granjero de Wisconsin no solo fue responsable de asesinatos y profanaciones de tumbas, sino que también fabricó objetos con restos humanos, dejando tras de sí un legado macabro que transformó la manera en que el cine retrata el horror. Aunque su lista de víctimas confirmadas fue corta, su brutalidad psicológica y simbólica lo convirtió en una figura de culto para escritores, directores y criminólogos. Hoy, su nombre resurge gracias a la nueva serie de Netflix Monstruo: La historia de Ed Gein.

Una infancia marcada por el aislamiento

Nacido en 1906, Edward creció en una granja aislada bajo la sombra de Augusta, su madre ultrarreligiosa y dominante, quien lo convenció de que el mundo exterior era corrupto y las mujeres eran “instrumentos del pecado”. Con un padre alcohólico, un hermano distante y sin amigos, Gein se volvió un joven retraído y socialmente inadaptado. La muerte de sus familiares en la década de 1940 lo dejó completamente solo, situación que aceleró el deterioro de su frágil estabilidad mental.

Fue en noviembre de 1957 cuando el mundo conoció las atrocidades de Gein. Tras la desaparición de Bernice Worden, la policía halló su cuerpo decapitado y colgado en un cobertizo, junto con un macabro inventario dentro de la casa: lámparas hechas con piel, sillas tapizadas con restos humanos, un cinturón de pezones y un traje completo de mujer confeccionado con piel. Aunque confesó dos asesinatos, también admitió haber exhumado decenas de cadáveres en busca de partes para su colección, especialmente de mujeres que le recordaban a su madre.

Tras ser declarado incompetente para un juicio justo, Gein pasó la mayor parte de su vida internado en hospitales psiquiátricos. Diagnosticado con esquizofrenia, fue recluido hasta su muerte en 1984, a los 77 años, debido a insuficiencia respiratoria causada por cáncer de pulmón. Más allá de su condena, su caso se convirtió en un ejemplo de estudio sobre criminalidad, locura y el poder de los medios para transformar a un asesino en una figura cultural.

El monstruo que inspiró al cine de terror

El caso Gein trascendió por su impacto cultural. Su enfermiza relación con la madre inspiró a Norman Bates en Psicosis (1960); su uso de piel humana fue la base de La masacre de Texas (1974) con Leatherface; y su obsesión por confeccionar “atuendos de piel” derivó en el Buffalo Bill de El silencio de los inocentes (1991). Actualmente, su figura regresa en Monstruo: La historia de Ed Gein en Netflix, donde Charlie Hunnam lo interpreta, explorando no solo sus crímenes, sino también cómo Hollywood transformó su macabro legado en terror inmortal.

 

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