Pocos miembros de la Gen Z, y naturalmente casi nadie de la generación Alpha, conocen el trasfondo —y quizá la importancia— de una película como ¿Y dónde está el policía?, que llega a los cines en 2025.
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En 1980 apareció una película bajo el nombre Airplane!, una respuesta satírica a una franquicia de los 70 conocida como Aeropuerto, en la que se narraban los dramas y casos de una serie de personajes dentro de, sí, un aeropuerto. Bajo la dirección de David Zucker, Jerry Zucker y Jim Abrahams, Airplane! fue recibida de forma tibia, y en México y Latinoamérica recibió el título de ¿Y dónde está el piloto?. A partir de ahí, nada sería igual.
¿Y dónde está el piloto?, ¿Y dónde está el exorcista?, ¿Y dónde están las rubias?, todas esas son películas cuyos títulos originales no se parecen en absoluto, pero el público hace algunos años ya sabía exactamente qué iba a ver… y eso ocurrió en 1988 con ¿Y dónde está el policía?, cuyo título original era The Naked Gun, basada en una sitcom llamada Police Squad!.
Bajo todo ese contexto —que naturalmente no tendrían por qué conocer las generaciones Z y Alpha— llega en 2025 su cuarta parte, en la que Liam Neeson evoca a la perfección algo que parecía imposible: igualar lo hecho por Leslie Nielsen. Aunque hay que aclarar una cosa: Nielsen vendría a ser, en términos futbolísticos, el Pelé/Maradona de la comedia slapstick. Como él, nadie.
La película nos presenta al teniente Frank Drebin Jr. (Neeson), quien debe honrar el legado de su padre (Nielsen) al tratar de resolver un caso de asesinato. Sin embargo, pronto descubrirá que forma parte de un plan más grande que pretende deshacerse de una gran parte de la población mundial; algo así como Thanos, pero en versión cómica.
Algo que mucha gente rescata de ¿Y dónde está el policía? es su duración: estamos ante 1 hora con 25 minutos de comedia, y en un mundo donde hasta los episodios de una serie de televisión duran más que eso, muchos agradecen que no se sienta como algo que simplemente se estira minuto tras minuto, perdiendo todo impacto. Lo que logra Seth MacFarlane como productor, junto con la dirección de Akiva Schaffer —encargado previamente de esa joya infravalorada (también dentro del género policiaco cómico) Chip & Dale: Al rescate de 2022— es un producto a la altura de las expectativas del fan de la comedia slapstick.
¿Y dónde está el policía? es una comedia ligera, que no busca tener un mensaje de trasfondo sobre el legado que los padres dejan a los hijos ni sobre la búsqueda de pertenencia en un mundo cambiante. No. Es simplemente una comedia para reír, para no preguntarse ni cuestionarse nada de lo que pasa afuera, donde uno se deja llevar por el humor vulgar, con algunos toques políticamente incorrectos, un muñeco de nieve y mucho café.