Los dueños del juego | ¿Cuáles son los clanes poderosos de Río?

Los dueños del juego sumerge al espectador en el turbulento y lucrativo mundo del "jogo do bicho", la histórica lotería clandestina de Brasil. La trama gira en torno al colapso del imperio del juego clandestino, amenazado por la legalización inminente del sector y por la incursión de un sindicato extranjero dispuesto a tomar control del lucrativo mercado.

En medio de este caos, surge Profeta (André Lamoglia), un joven estratega de la periferia de Río, decidido a demostrar su liderazgo y a cambiar las reglas del juego. Su ambición y carisma lo convierten en un rival formidable frente a las dinastías tradicionales, iniciando un choque de poder que define el corazón de la serie.

El poder en Río está repartido entre cuatro clanes, cada uno con sus propias tensiones internas y rivalidades externas:

• Clan Fernandez (La Vieja Guardia): Liderado por Galego Fernandez (Chico Díaz), representa la tradición y la preservación del statu quo. Su esposa, Leila (Juliana Paes), mueve los hilos desde las sombras, mostrando que el poder puede ser tanto sutil como letal.

• Imperio Guerra (La Nueva Sangre): Búfalo (Xamã) encabeza este grupo, decidido a modernizar el negocio. La rivalidad entre las hermanas Suzana (Giullia Buscaccio) y Mirna (Mel Maia) añade tensión y drama al conflicto familiar, explorando la ambición y la astucia femenina.

• Familia Saad: Aparentemente debilitada, busca recuperar su influencia a través de su heredero, Renzo (Bruno Mazzeo), mientras su tío Marcinho (Tuca Andrada) actúa como mediador en el caos.

Entre los enfrentamientos clave de la serie destacan:

• Profeta vs. Búfalo: La clásica batalla entre mente y músculo por el control del imperio.

• Mirna vs. Suzana: Una guerra de estrategias y ambición dentro del mismo clan.

• Galego vs. Leila: El poder oculto de la Vieja Guardia, donde la manipulación desde las sombras puede ser más peligrosa que la fuerza bruta.

La serie combina violencia, estrategia, traición y la cultura única de Río de Janeiro, ofreciendo tanto a los espectadores locales como internacionales un vistazo fascinante al submundo de la mafia brasileña y a la lucha por el poder entre familias que viven al margen de la ley.