Séries y Televisión

Notícia

Trigger generó boicot en Corea del Sur y arrasó en Netflix mundial

Cómo esta serie distópica desafió las críticas para triunfar alrededor del mundo.

Lopez Aguirre
11.08.2025, a las 15H55.
Actualizado en 11.08.2025, A LAS 16H05

Antes de su estreno oficial el 25 de julio, la serie distópica de Netflix Trigger ya había generado una polémica considerable en Corea del Sur. La trama presenta una realidad alterna donde las armas de fuego son de fácil acceso y un hombre enfermo terminal desata el caos al inundar el país con armamento ilegal. Este concepto resultó ser un detonante para la sociedad coreana, especialmente porque se relacionó con un tiroteo reciente ocurrido en Songdo, Incheon, donde un hombre de 62 años fue arrestado por disparar a su propio hijo con una escopeta improvisada. En un país con estrictas leyes sobre armas de fuego, la conexión, aunque indirecta, despertó temores y rechazó la serie aún antes de su lanzamiento.

Los llamados a boicotear Trigger fueron masivos y se basaron en la percepción de que la serie estaba explotando un hecho trágico para crear drama, además de que muchos consideraron que el contenido exageraba o sensacionalizaba la violencia armada de una forma que resultaba insensible para la audiencia local. La polémica llegó a tal punto que un evento en vivo programado para los fans fue cancelado sin explicación, un reflejo del ambiente tenso que rodeaba la producción y promoción del drama. La presión social y mediática puso en jaque la estrategia de Netflix en Corea del Sur.

El director de la serie, Kwon Oh-seung, se vio en la necesidad de aclarar públicamente que Trigger no estaba inspirada directamente en el incidente de Songdo. En una entrevista, calificó la conexión como un “asunto diferente” y expresó su pesar por lo sucedido, buscando distanciar la ficción de la realidad. Aun así, la controversia no disminuyó rápidamente, y el debate sobre la responsabilidad social en la representación de violencia en medios se mantuvo vigente en Corea del Sur.

Sin embargo, pese a las críticas y el boicot, Trigger logró imponerse con fuerza en la plataforma. La serie escaló rápidamente al segundo puesto en la categoría global no inglesa de Netflix y mantuvo un lugar en el top 10 en al menos 20 países, incluyendo Corea del Sur, donde su popularidad desafió las expectativas. Esto demuestra la fuerza y el alcance global de los K-dramas, así como la capacidad de Netflix para diversificar su catálogo y atraer a audiencias más allá del público tradicional coreano.

Este fenómeno también refleja cómo, en una era de hiperconectividad y sensibilidad social, las producciones deben navegar cuidadosamente temas delicados. La experiencia de Trigger se convierte en un caso emblemático de cómo el arte puede generar diálogo y controversia a la vez que logra éxito comercial a nivel mundial.