La serie colombiana La Huésped ya está disponible en Netflix, y la historia sigue a Silvia y Lorenzo Malagón, cuya vida se ve trastornada por la llegada de una misteriosa huésped que oculta un plan para destruirlos desde dentro. A lo largo de la primera temporada, cada episodio ha revelado nuevas traiciones y giros hasta llegar a su final, y aquí te decimos lo que ocurrió con sus narrativas.
SPOILERS de La huésped a continuación
El desenlace de la serie consolidó a Sonia como la villana principal de La Huésped. Su verdadera identidad, Rocío, se reveló cuando se supo que su llegada a la casa de los Malagón no fue casual, sino un plan cuidadosamente diseñado para destruir la familia desde dentro. Durante la temporada, Sonia manipuló situaciones, envenenó lentamente a Silvia, instaló cámaras para espiar a todos y fabricó pruebas falsas para incriminar a Isa, la hija de la pareja. Además, se confirmó su participación en el homicidio del doctor Mahecha, el psicólogo del matrimonio. Su obsesión con Lorenzo, basada en un encuentro juvenil que él nunca consideró significativo, se convirtió en el motor de su venganza.
Lorenzo tuvo un papel central en la resolución del conflicto. Fue él quien neutralizó a Pepe, el hermano de Sonia, durante la confrontación final. Además, enfrentó el dilema moral de disparar a Sonia para proteger a su familia, un acto que, aunque salvó a Silvia e Isa del incendio, lo deja cargando con la culpa de sus infidelidades pasadas. La serie enfatiza que, incluso después de sobrevivir, Lorenzo debe asumir las consecuencias de sus errores, y su relación con Silvia nunca volverá a ser la misma.
Silvia: víctima y sobreviviente
Silvia fue directamente afectada por las acciones de Sonia. Descubrir que había sido envenenada por su supuesta amiga y enfrentar la exposición pública de secretos familiares la colocó en una situación límite. Su sobrevivencia al incendio y a la manipulación de Sonia no elimina el trauma emocional. Además, el cierre de la temporada marca un momento importante de autoaceptación para ella, ya que reconoce su bisexualidad, un detalle que añade profundidad a su personaje y prepara terreno para futuros conflictos y desarrollo personal en la siguiente temporada.
Isa, la hija del matrimonio, también estuvo en el epicentro de la venganza de Sonia. Al ser manipulada y utilizada como parte del plan de incriminación, sufrió consecuencias psicológicas que reflejan el alcance del caos que Sonia desató. La casa destruida simboliza la fractura de toda la familia, y el desenlace deja claro que, aunque físicamente sobrevivan, las heridas emocionales y morales seguirán presentes. Otros miembros de la familia, como Miguel, el hermano de Lorenzo, también enfrentan verdades difíciles: la revelación de su homosexualidad y su probable separación de Juliana agregan capas al drama familiar.
El futuro: segunda temporada y misterio abierto
El gran giro final es que el cuerpo de Sonia nunca aparece, dejando la puerta abierta para que regrese en la segunda temporada. Su obsesión intensa, combinada con su pasado de internamientos psiquiátricos y su vínculo con Libardo, sugiere que no ha sido derrotada completamente. La serie concluye con la familia Malagón enfrentando un futuro incierto: reconstrucción o ruina, mientras la amenaza de Sonia sigue latente. La tensión emocional y los secretos revelados garantizan que el espectador quede en suspenso y con ganas de más.