El cine de animación vive un momento histórico con el estreno de Ne Zha 2, la secuela china que ha logrado lo impensable: superar a Inside Out 2 y coronarse como la película animada más taquillera de todos los tiempos. Según reportes de Reuters y otros medios internacionales, el filme dirigido por Yu Yang ha batido récords de recaudación en apenas semanas de exhibición, consolidando a la animación china como un competidor directo de gigantes como Disney y Pixar en la escena mundial.
El fenómeno no es casualidad. Su antecesora, Ne Zha (2019), ya había sorprendido al mundo al alcanzar más de 726 millones de dólares en taquilla global, pero la secuela llevó el éxito a otro nivel. Con una narrativa épica inspirada en la novela clásica La Investidura de los Dioses y un despliegue visual de primer nivel, Ne Zha 2 ha atraído tanto al público local como a audiencias internacionales, demostrando que las producciones chinas pueden ser auténticos blockbusters globales.
La película retoma la historia justo donde quedó la primera entrega, explorando el destino de Ne Zha y Ao Bing tras su sacrificio. Con un desarrollo lleno de acción, emociones y misticismo, la secuela no solo amplía el universo narrativo, sino que también conecta con nuevas generaciones de espectadores que buscan propuestas distintas a las producciones occidentales tradicionales. Este equilibrio entre lo mítico y lo moderno ha sido clave para su impacto en taquilla.
El éxito de Ne Zha 2 también responde a una estrategia global más ambiciosa. El estreno se coordinó en múltiples mercados internacionales de forma casi simultánea, evitando filtraciones y potenciando el efecto “evento cinematográfico”. A ello se suman críticas positivas que destacan su espectacular animación, la complejidad de sus personajes y su capacidad para universalizar mitos chinos que ahora conquistan al público mundial.
Con este logro, Yu Yang se consolida como una de las voces más influyentes de la animación contemporánea. Su triunfo envía un mensaje claro: la industria china de animación ha dejado de ser un actor secundario para convertirse en un protagonista indiscutible del mercado global. Ne Zha 2 no solo es un éxito comercial, es un símbolo del poder creciente de la narrativa china en el cine del siglo XXI.
