El fallecimiento de Robert Redford, a los 89 años, marca el adiós de una de las leyendas más grandes de Hollywood. Sin embargo, en los últimos años, su figura trascendió la pantalla grande para convertirse en un fenómeno inesperado dentro de la cultura digital: el famoso “meme del asentimiento”, un GIF que conquistó a millones en internet y que incluso fue confundido durante años con el comediante Zach Galifianakis.
when you don't get credit for being a meme... (Robert Redford) pic.twitter.com/zbXSofdAlz
— Sundance Film Festival (@sundancefest) July 9, 2019
Este breve clip de apenas cuatro segundos, que muestra a un Redford barbudo mirando por encima del hombro antes de regalar una sonrisa cómplice y un asentimiento, se ha transformado en un lenguaje universal de aprobación. En redes sociales, foros y chats, esta imagen se usa como una forma sabia y curtida de decir “todo va bien”. Lo curioso es que el origen del gesto no fue pensado como meme, sino que proviene de una escena de Jeremiah Johnson (1972), película en la que Redford interpretaba a un hombre que se abría camino en la dura vida de montaña.
El camino hacia la fama digital de este fragmento es igualmente fascinante. Aunque la película se estrenó en 1972, el GIF comenzó a circular por internet cuatro décadas después, alrededor de 2012. En 2013 apareció en YouTube y desde entonces se viralizó como “el chico que asiente”, con una confusión masiva sobre su verdadera identidad. No fue hasta años más tarde que los usuarios confirmaron que no era Galifianakis, sino Robert Redford, lo que generó sorpresa entre los más jóvenes que nunca habían visto Jeremiah Johnson.
La película, por cierto, fue un logro en sí misma. Redford y el director Sydney Pollack lucharon contra la negativa de Warner Bros., que dudaba de su potencial. Finalmente, se rodó en Sundance, con un presupuesto ajustado de 3 millones de dólares, y contra todo pronóstico recaudó 44.7 millones, convirtiéndose en la sexta más taquillera de 1972. Lo que entonces fue una victoria creativa y financiera, hoy cobra nueva vida gracias al meme que inmortalizó su expresión serena.