Stranger Things | Todo sobre el regreso del personaje de temporada 2

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Stranger Things | Todo sobre el regreso del personaje de temporada 2

Volúmen 1 de la quinta temporada ya está disponible en Netflix.

Omelete
3 min de lectura
Lopez Aguirre
27.11.2025, a las 12H38.
Actualizado en 27.11.2025, a las 13H04

Kali Prasad, identificada como 008, fue uno de los personajes más enigmáticos de Stranger Things desde su debut en la segunda temporada. Antes de convertirse en un tema de debate eterno dentro del fandom, Kali ya parecía diseñada como una anomalía dentro del mundo de los sujetos experimentales: no era telépata ni telequinética como Eleven, sino que operaba sobre un terreno más abstracto, manipulando directamente la percepción. Sus ilusiones podían engañar sentidos completos, alterar escenarios y provocar reacciones físicas reales. Su poder era psicológico y, en cierto modo, mucho más insidioso que la fuerza mental bruta de Eleven.

Durante su primera aparición, Kali reclutó a un grupo de marginados similar a una familia adoptiva. Ese arco narrativo mostraba su método: sobrevivir era más importante que seguir reglas morales. Su visión del mundo contrastaba con la evolución emocional de Eleven. Mientras la protagonista buscaba encontrar un hogar, Kali apostaba por la venganza. Ese conflicto marcó su salida de la historia: eran dos hijas del mismo laboratorio, pero con respuestas completamente distintas al trauma.

¿Quién es Kali / 008?

008 siempre fue un espejo deformado: representaba lo que Eleven pudo haber sido sin el contacto humano de Hopper, Mike o el resto de los chicos de Hawkins. Su habilidad de proyectar ilusiones no solo funcionaba como arma, sino como una metáfora del autoengaño: aquello que ves no siempre es lo que eres.

La imagen de Kali encadenada dentro de una instalación militar en el Upside Down sugiere que su desaparición no fue voluntaria. La doctora Kay, con su agenda secreta y métodos extremos, habría encontrado en 008 un recurso peligroso: una mente capaz de desarmar a otra desde dentro. En cierto modo, era inevitable que tarde o temprano la serie volviera por ella.

En su episodio juntas, 008 le dio permiso de sentir rabia, de reconocer su dolor y de ver su poder no como una carga, sino como un arma. Aunque esa lección parecía desviarla del camino emocional que construía con Hopper, también era un paso necesario para que Eleven entendiera que sus habilidades tenían matices: podían servir para proteger, pero también podían destruir.

Lo que nunca se resolvió —hasta ahora— fue la deuda emocional entre ambas. Eleven dejó el grupo de Kali abruptamente, llevándose consigo culpa, dudas y una sensación de responsabilidad que siempre quedó suspendida. Por eso su reencuentro en la temporada final se siente más como una reparación emocional que como un simple cameo. Kali fue la única persona que vivió el mismo tipo de tortura mental y física, y esa conexión jamás se había cerrado.

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