Todo comenzó cuando el rapero participó en el pódcast It’s Giving, donde relató que había visto la película junto a su nieto. Durante la proyección, la escena que muestra un beso entre dos personajes femeninos lo tomó por sorpresa, provocando preguntas del niño que él mismo no supo responder. Snoop expresó en ese momento su incomodidad, diciendo:
“Me jodió. Tengo miedo de ir al cine ahora… Estos son niños. ¿Tenemos que mostrar eso a esta edad? Van a hacer preguntas. Yo no tengo la respuesta”.
El tono de sus palabras fue interpretado como una postura homofóbica por parte de usuarios en redes, generando una ola de críticas. Ante la presión, el rapero decidió aclarar su posición en los comentarios de una publicación de Hollywood Unlocked. Allí pidió comprensión y mostró arrepentimiento:
“Simplemente me pilló desprevenido y no tuve respuesta para mis nietos. Todos mis amigos gays saben lo que pasa, me han estado llamando con amor. Mi culpa por no saber las respuestas para un niño de 6 años. Enséñenme a aprender. No soy perfecto”.
Más allá de la disculpa, el caso refleja cómo los productos de Disney y Pixar se han convertido en terreno de batalla cultural, especialmente en Estados Unidos. Lo que para algunos representa un paso necesario hacia la diversidad, para otros es un cambio demasiado abrupto que los confronta con preguntas difíciles en la crianza de los niños.
La intervención de Snoop Dogg expone esa tensión: un ícono del hip hop atrapado entre su papel de abuelo, la sorpresa de un contenido inesperado y la exigencia pública de posicionarse con claridad. Si bien el rapero intenta dar carpetazo al tema, es evidente que Lightyear seguirá siendo recordada más por la polémica que por su historia... a pesar que la película fue un fracaso en taquilla y crítica.