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Nadie quiere esto | Adrien Brody y Leighton Meester hablan de su cameo

La actriz quería aparecer en la serie que protagoniza su esposo.

Lopez Aguirre
03.11.2025, a las 14H58.
Actualizado en 03.11.2025, A LAS 16H22

La gran sorpresa de la temporada 2 de Nadie quiere esto llegó en el episodio 5, cuando Leighton Meester, esposa del protagonista Adrien Brody en la vida real desde hace 11 años y recordada por su icónico papel en Gossip Girl, apareció interpretando a Abby Kaplan, una influencer exagerada y obsesionada con los smoothies, conocida en redes como @abbylovessmoothies. Su energía caótica y brillante rápidamente la convirtió en el alma del episodio… y en un guiño delicioso a su vida fuera de cámara.

Adam Brody bromeó sobre el proceso de casting de su esposa con un tono que mezclaba ironía y ternura:

“Ella ha estado rogándome y rogándome, y yo digo: ‘no’, y finalmente cedí. Ahora no para de agradecerme. Es genial tener ese poder sobre ella” (vía)

Sin embargo, la verdadera historia detrás del cameo fue idea de las creadoras Erin Foster y Jenni Konner, quienes decidieron incluir a Meester después de verla en los SAG Awards y notar su carisma en pantalla. “Cuando la confirmamos, reescribimos parte del episodio para darle más tiempo junto a Adam”, explicó Foster. El resultado fue una química cómica natural, un intercambio ágil y una complicidad que traspasó la pantalla.

Para Brody, compartir set con su esposa no fue incómodo, pero sí algo inusual.

“No lo llamaría incómodo, pero fue peculiar”, admitió el actor. “Esta fue la primera vez en que ella estaba en el set mientras yo hacía escenas románticas con Kristen Bell. Fue diferente, tonto y gracioso”.

La serie incluso jugó con la vida real del matrimonio Brody-Meester. En una escena, cuando el personaje de Bell comenta que Abby es atractiva, el rabino Noah (Brody) responde rápidamente que ella “no es su tipo”. En otra, la influencer presenta al rabino en sus redes:

“Hola chicos, este es el Rabino Roklov. ¿No es lindo?”,
dice Meester, interpretando a su personaje con una mezcla perfecta de encanto e ironía.

La aparición de Leighton Meester en la serie no solo reforzó la química en pantalla con Adam Brody, sino que demostró que el amor real —cuando se mezcla con una buena dosis de humor— puede ser la fórmula más efectiva para conquistar a la audiencia.