Paramount+ confirmó el estreno global de Pequeños Desastres para el próximo 11 de diciembre, una serie limitada de seis episodios que obtuvo aplausos por su autenticidad emocional, se expandirá ahora a territorios como Estados Unidos, Canadá, Italia y Latinoamérica, donde promete generar el mismo debate social que encendió tras su lanzamiento original.
La historia gira en torno a un grupo de cuatro amigas unidas durante una década por la maternidad, una etapa que empezó simultáneamente para todas y que se transformó en la base de su intimidad. Sin embargo, esa aparente solidez se quiebra cuando Jess, vista por su entorno como la madre impecable, llega al hospital con su bebé herido sin poder explicar lo ocurrido.
El conflicto se intensifica porque quien recibe el caso en urgencias es Liz, una de sus amigas más cercanas, quien de pronto debe tomar una decisión que podría salvar a un niño… pero destruir una familia. Lo que al inicio parece un accidente doméstico se convierte en un rompecabezas ético que cuestiona la lealtad, la percepción pública y los oscuros rincones del agotamiento maternal.
Lo más perturbador de la serie es cómo una sola llamada transforma la vida de todas las involucradas. Cada personaje enfrenta una verdad distinta: la culpa, el juicio social, la inseguridad emocional, la presión silenciosa hacia la “buena madre” y la fragilidad que surge cuando el sistema obliga a elegir entre proteger a un niño o confiar en una amiga. La narrativa no se apresura a señalar culpables; en cambio, revela las fisuras que ya existían en estas mujeres y muestra cómo un evento inesperado simplemente acelera lo inevitable: el derrumbe de una red de contención que, en apariencia, era indestructible.
El reparto encabezado por Diane Kruger, acompañado de Jo Joyner, Shelley Conn y Emily Taaffe, aporta una verosimilitud emocional que sostiene la tensión en cada episodio. La dirección de Eva Sigurðardóttir, nominada al BAFTA, refuerza el tono sobrio, íntimo y casi claustrofóbico que demanda una historia centrada en culpas silenciosas y verdades incómodas. El guion, adaptado por Ruth Fowler y Amanda Duke a partir de la novela de Sarah Vaughan, conserva la esencia del libro: un retrato realista y sensible del lado más vulnerable de la maternidad y de las amistades que se sostienen por hilos invisibles.
Con el respaldo de Fremantle y el sello de Roughcut Television, Pequeños Desastres se consolida como una de las apuestas más sólidas del cierre de año para Paramount+. Su propuesta combina tensión psicológica con un drama íntimo que no busca escandalizar, sino confrontar. Es una serie diseñada para incomodar, para abrir conversaciones y para recordarnos que, en ocasiones, una sola decisión puede deshilachar por completo incluso los lazos más antiguos.