Encontré lo que fui a buscar, ese fue mi primer pensamiento apenas finalizaron los créditos de El sobreviviente (The Running Man). Sabía que Edgar Wright (Scott Pilgrim, Baby: El aprendiz del crimen) iba a hacer una película de este estilo: acción bien filmada, estéticamente cuidada, personajes caricaturezcos, grandes secuencias de acción con persecuciones, disparos, autos, etc. y explotando todo el potencial de la nueva gran estrella de Hollywood, Glen Powell. Sin embargo, me faltó algo.
Esta película es la segunda adaptación de la novela "The Running Man", obra original de Stephen King publicada bajo el seudónimo de Richard Bachman en 1982. Hubo otra película en 1987 con Arnold Schwarzenegger, que por cierto, le dio la bendición a Powell y Wright, y estos le rindieron un homenaje a otro de los grandes del género.
En la nueva versión, con algunos cambios respecto a la obra original, Ben Richards (Glen Powell) es un hombre común, un padre de familia que solo quiere conseguir medicamentos para su hija, pero de alguna manera está excluido del sistema porque Network, empresa omnipresente y dueña de casi todo lo que se ve en la película, lo tiene bloqueado. Para conseguir dinero, se une a The Running Man, un reality show donde los participantes deben sobrevivir durante un mes a una cacería a muerte para lograr el premio mayor.
Nada muy lejos de la realidad, esta producción intentará seguirlo con sus cámaras todo el tiempo que sea posible y hasta recibir reportes de los civiles (también por dinero) para que El cazador y su equipo puedan asesinar a los participantes. Cuando más explícito y visible, más aportará al show. Algo muy parecido a lo que pasa en los programas de realidad que habitan la televisión hace más de dos décadas.
Con una primera parte bastante más punzante y lúcida, Wright logra adentrar a los espectadores a un show sangriento donde el juego (y la crueldad) es lo suficientemente palpable para involucrarse en el drama de Richards. Las dos primeras secuencias posteriores al comienzo del juego bastarán para entender que el drama social que existe en la primera hora, luego quedará desdibujado y todo será al servicio del entretenimiento. Es algo que uno espera de Edgar Wright, claro, acción popera, con una estética y una edición que salpica sangre y sudor, pero el exceso y secuencias algo genéricas, le sacaron el valor agregado que tenía de los primeros minutos.
De todas formas, eso no impide disfrutar de las brillantes escenas de acción y las actuaciones de su elenco, uno mejor que el otro. Opinar de las cualidades de Glen Powell como una de las figuras más solicitadas sería redundante, pero en palabras del mismo actor, este fue su "primer gran protagónico", es cierto, pero no le quedó grande, todo lo contrario. Amo y señor de la pantalla corriendo, sufriendo, enojado, en todo momento. Además, claro, de recibir apoyo de Schwarzenegger y el mismísmo Tom Cruise en la avant premiere británica.
Pero también hay que destacar el gran elenco de esta adaptación: Colman Domingo como la gran figura de la televisión, por momentos un personaje de anime, que es el presentador del show. Luego Lee Pace, atrás de una máscara y esa voz que marca presencia por sí sola como el cazador. Al elenco lo completan Katy O'Brian, Daniel Ezra, Karl Glusman, Josh Brolin, impecable como el villano corporativo y manipulador; Jayme Lawson, Michael Cera, Emilia Jones, que viene de brillar en Task de HBO Max, y el gran William H. Macy.
Thriller, comedia negra, una mirada (apenas) sobre la socidad actual y sus consumos, pero sobre todo acción. Wright en su máxima expresión, a veces más creativo (sobre todo en la primera parte), parece que se entregó a su esencia y dejó atrás cualquier drama moral e hizo explotar, casi literalmente, todo lo que pasa dentro de El sobreviviente. Diversión garantizada.
Año: 2025
País / Nación: Estados Unidos
Classificação: 16 Años
Dirección: Edgar Wright
Elenco: Glen Powell